La cosa se ponía complicada: restricciones de acceso a la Laguna grande de Peñalara... una hora menos de excursión de lo habitual... Así que nos tocó hacer dos grupos, salir con cuarenta minutos de separación entre ambos y... ¡culminar el desafío!
Como buen@s montañer@s, supimos caminar a buen ritmo, respetar las normas de este Parque Nacional y, sobre todo, disfrutar de las espectaculares vistas y del contacto con la naturaleza. Lástima que, cuando acabamos de comer, tuvimos que coger ya el autocar de vuelta...
Una buena manera de despedirnos del curso. Se acabó cuarto... Se aproxima quinto...
Feliz verano a tod@s.
AQUÍ las fotos.